Varias organizaciones ambientalistas y empresas locales le solicitaron a la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, que evite la minería de criptomonedas en ese estado. El 13 de octubre se llevó a cabo una conferencia en el Capitolio del estado para debatir sobre la minería cripto y sus efectos en el medio ambiente (fuentes).
Los grupos pidieron a la gobernadora una moratoria sobre la minería de Pruebe de Trabajo (Proof of Work) al mismo tiempo que piden denegar los permisos a la empresa Greenidge para convertir un viejo generador de energía ubicado en la ciudad en un centro de minado de Bitcoin.
El comunicado destaca los posibles defectos de la Prueba de Trabajo y expresa que la rehabilitación de plantas de energía de combustibles fósiles ya en desuso comprometen seriamente el progreso estatal y el cumplimiento de la reducción de las emisiones de gases de invernadero:
En Nueva York, las operaciones de minería de datos que utilizan almacenes llenos de computadoras se han instalado en áreas del norte del estado, desviando electricidad de la red de Nueva York, «recargando» plantas de energía de combustibles fósiles extintas, por lo tanto pone en serio peligro el progreso del estado y el cumplimiento de los mandatos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Según una investigación del New York Times, a nivel mundial, la minería de Bitcoin consume más electricidad que todo el país de Irlanda, que es casi el 0,5% de todo el consumo de electricidad en todo el mundo.
Las organizaciones, por medio de sus voceros, dijeron que Greenidge representa una amenaza para el medio ambiente, en particular para el clima y la calidad del agua. Alegan que las emisiones en la instalación son demasiado altas, y esta energía provoca que la temperatura del Lago Seneca aumente. De acuerdo a un reporte reciente se reseña lo siguiente:
La estación generadora Greenidge en Dresden, Nueva York, se encuentra a orillas del lago Seneca, aproximadamente a una hora al sureste de Rochester. Originalmente fue construido en los años treinta para funcionar con carbón; a lo largo de las décadas, se agregaron nuevas unidades y se cerraron las antiguas. La central eléctrica dejó de funcionar en 2011 y permaneció inactiva hasta que fue comprada por una empresa de capital privado y convertida para funcionar con gas natural. En 2017, bajo la propiedad de Greenidge Generation Holdings, la planta comenzó a operar como una «planta pico», para proporcionar energía a la red en momentos de alta demanda. (Un portavoz señaló que la planta «puede funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana»). Luego, en 2019, se anunció que la planta impulsaría la minería de bitcoins.
El comunicado de las empresas ambientalistas sostienen que la planta de Greenidge no ha cumplido con las leyes, y que las emisiones de efecto invernadero no han hecho otra cosa sino aumentar:
Nos complació ver al comisionado del Departamento de Conservación Ambiental, Basil Seggos, afirmar que“Greenidge no ha mostrado cumplimiento con la ley climática de Nueva York” y estamos totalmente de acuerdo. Las emisiones de gases de efecto invernadero en la estación generadora de Greenidge se están disparando. El permiso aéreo actual de Greenidge permite emisiones anuales de hasta 641.878 toneladas de GEI a pesar de que durante los últimos diez años no emitió emisiones durante seis de esos diez años, y emitió 119.207 toneladas de CO2 en 2018, 39.406 toneladas de CO2 en 2019, y 228.303 toneladas de CO2 en 2020.
La empresa Greenidge, por su parte, dice que cumple con sus permisos y que la planta es 100% libre de carbono, debido a las compras de compensaciones de carbono, programas forestales y proyectos que capturan metano de vertederos. Adicionalmente afirmaron (fuente):
«Durante décadas, se le ha dicho a esta región que verá nuevas industrias y oportunidades»(…)»De hecho, lo estamos haciendo realidad y lo estamos haciendo plenamente dentro de los altos estándares ambientales líderes en el estado».
Probablemente los mineros de Bitcoin van a enfrentar este tipo de resistencia por parte de distintos grupos de interés, en este caso los ambientalistas, en Estados Unidos. Greenidge publicó un tweet en fechas recientes aclarando estos ataques «ambientalistas»:
GUEST ESSAY: Let’s hear the truth about Greenidgehttps://t.co/4bSmuxRUIU
— Greenidge Generation Holdings Inc (@Greenidge_GREE) October 8, 2021
https://platform.twitter.com/widgets.js
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