Según el más reciente reporte de la firma gestora de inversiones, Charles Schwab, los millennials invirtieron más dinero en Bitcoin que en compañías consagradas como el gigante de medios Disney y la empresa de contenidos audiovisuales Netflix.
Esta información proviene del informe trimestral de la compañía Schwab, la cual compara la actividad de los inversores del plan de jubilación dentro de las cuentas de corretaje autodirigidas.
Las cifras del reporte muestran que los milénicos (con edades comprendidas entre los 25 a 39 años de edad) mantienen un 1,84% de sus activos en el Grayscale Bitcoin Trust (GBTC). Este GBTC, el cual ofrece el Digital Currency Group, es un producto de inversión que vende acciones del fondo a inversores acreditados.
De esta forma, el fondo es administrado para inversores por Grayscale y cotiza y mantiene Bitcoin directamente.
A comparación de bitcoin, los milénicos poseen 1,58% de sus activos en acciones de Netflix y 1,68% en la Walt Disney Company.
Diferencias generacionales
Por otra parte, encontramos a las generaciones como la X y los Baby Boomers que no parece que confíen ni aprecien tanto a las criptomonedas. El producto de inversión Bitcoin de Grayscale no se encuentra entre el top 10 de participaciones de capital para ninguno de los dos grupos generacionales.
Estas generaciones mayores a los milénicos parece que inclinan la balanza al momento de invertir en compañías con más recorrido y de mayor conocimiento público como el gigante tecnológico Apple, Amazon, y la compañía de holdin de Warren Buffett, Berkshire Hathaway.
Debido a la relativa novedad que puede ser Bitcoin, la cual apenas tiene unos 10 años aproximadamente desde su origen, es lógico que sea una herramienta vista como inversión para las generaciones más recientes, como es el caso de los milénicos.
Es por ello que tanto millennials como la posterior generación conocida como Z tienden más a nuevas tecnologías y no confían tanto en bancos como sus generaciones anteriores. De esta forma podemos ver que inclusive hay compañías que empiezan a ofrecer tarjetas que los adolescentes pueden cargar con criptomonedas para gastarlas luego.
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