Desde la aparición del Bitcoin, la forma en como concebimos el dinero se ha transformado. Nuestra visión ha evolucionado gracias a su creación y el mundo no se ha quedado estático frente a este hecho. Desde su creación por parte de Satoshi Nakamoto, el Bitcoin se ha convertido en singular fenómeno económico que ha abierto las puertas a nuevos mercados y formas de hacer negocios. Todo ello gracias a una tecnología: la blockchain.
Un mecanismo de transacciones único
La fortaleza y mejor característica de la blockchain es su forma única de llevar a cabo un registro detallado de cada transacción. Y es que esta tecnología funciona como una base de datos, un libro contable, en el cual queda registrada cada una de las transacciones llevadas a cabo y una vez realizada es imposible alterarla.
Para lograr esta hazaña, la blockchain codifica toda la información que se encuentra detrás de la operación y la vuelve completamente segura, usando criptografía. Pero no todo queda aquí, ya que además de lo expuesto, la transferencia efectuada no necesita de intermediarios que aprueben o no la acción, debido a que la información se distribuye en miles de nodos independientes que se encuentran por el mundo, quienes primero la registran y luego, la validan. Toda esta situación ha tornado muy difícil, en realidad casi imposible, un potencial hackeo de Bitcoin o de cualquier otra criptomoneda usando la tecnología de la blockchain.
Frente a estas características podemos decir que las criptomoneda cumplen de forma excepcional con el hecho de brindar privacidad y anonimato a quienes participen en la misma.
Si a esto sumamos, que las estructuras blockchain suelen ser descentralizadas, la privacidad y anonimato aumentan. Y es que la distribución de la confianza son aspectos que la vuelven una tecnología de gran utilidad, incluso fuera del mundo de las criptomonedas.
Anonimato y Privacidad – Algo que muchos buscan
El hecho de buscar privacidad en nuestras vidas no es algo extraño. Todos queremos privacidad en nuestra vida, es algo intrínseco a la realidad y necesidades humanas. Y en un mundo interconectado como el que vivimos, la necesidad de buscar espacios privados en la red se vuelve cada vez más difícil. Prácticamente desde que nos conectamos a Internet, se viola nuestra privacidad de muchas maneras. Los gobiernos, lo hacen con el pretexto de cuidarse de amenazas externas e internas que pueden poner en riesgo las sociedades. Pero la mayor parte de nuestras violaciones de privacidad en la red son llevadas a cabo por empresas privadas, que se lucran enormemente de dichas actividades.
Frente al hecho de que el mundo interconectado se hará cada vez más presente en nuestras vidas, la pregunta que nos queda es: ¿Podemos mejorar nuestra privacidad?. La respuesta es esta pregunta tiene muchas matices, pero al menos, en el ámbito financiero, podemos decir que es posible hacer algo por nuestra privacidad.
La tecnología blockchain no quiere perjudicar al individuo, y quiere que la privacidad sea garantizada al 100%. Esto con el fin de evitar que otras personas puedan aprovechar tu información financiera en tu contra. Al mismo tiempo la blockchain quiere una transparencia verificable si así el propietario lo desea. Pese a esto, conseguir el anonimato completo es un poco más complejo.
Mucha gente piensa que el Bitcoin es 100% privado y 100% anónimo. Lo primero, es cierto, pero lo segundo, no. Y para ver esta realidad, solo debes ver tu wallet addres, nunca cambia, te designa como su dueño, y es en termino de la blockchain Bitcoin, tu alias o nick. Esto permite la rastreabilidad, por medio de técnicas de análisis de Big Data, así que al final, se puede dar con el dueño de una address. Si bien hay criptomonedas que prometen 100% anonimato, la verdad es que siempre habrán trazas, migajas de pan en la red con la cual seguir y encontrar el origen, la persona detrás de la transacción.
Frente a esto la lucha por el anonimato y la privacidad continúan, y eso es positivo, algo con lo que ganamos todos aquellos que queremos mantener el control sobre los distintos aspecto de nuestra vida.
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