Quizá el titulo de este articulo se lea un poco extraño…porque muchas personas no conocen a un tal Jerome Powell, y tampoco a mi, o si ese señor y yo tenemos algún tipo de relación amistosa. Quienes estamos inmersos en Bitcoin, nos hemos visto en la necesidad de aprender todo lo que se pueda acerca de cómo funciona el sistema financiero mundial, y al hacerlo, se observa que existen instituciones y personas poderosas que si bien geográficamente están lejos de nosotros, y en apariencia, dictan políticas que deberían afectar a su entorno geográfico local, terminan impactando a todos los habitantes de la Tierra, incluyendo a este servidor.
No obstante la irrupción de Bitcoin como una tecnología alternativa al sistema financiero existente, aún debemos convivir con lo que hay. En Venezuela, nación donde resido, no hay una adopción total de Bitcoin, y para subsistir hay que manejarse de acuerdo a los métodos de pago que hay: Banca comercial, tarjetas de débito, puntos de venta, dólares en efectivo y el ya destruido bolívar. En la superficie se aprecia que me afecta para bien o para mal las decisiones que en materia económica tome el Banco Central de Venezuela, pero también me afectan las decisiones que desde la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, y su presidente, Jerome Powell tomen.
Existe información muy básica sobre Jerome Powell en Internet, de hecho, aquí dejo la fuente de la que me documenté en Wikipedia. Lo fundamental a saber es cómo es elegido Powell para ocupar el cargo que ostenta, y cómo las decisiones que toma o sus poderes influyen en mi y en usted, no importa en qué lugar del mundo nos encontremos.
El presidente de La Reserva Federal es elegido por el presidente de los Estados Unidos de entre los miembros de la La Junta de Gobernadores y tiene un mandato de cuatro años tras su designación. Puede ser reelegido por consecutivos mandatos adicionales de cuatro años sin límite de reelección. Se hace notar que no es un cargo de elección popular, y quien lo selecciona es el Presidente de una nación en particular.
En teoría la función del Presidente de la Reserva Federal es gestionar la política monetaria de los Estados Unidos, entre otras funciones. Pero…¿Estamos seguros de que esto es así?
Existe una herramienta que Jerome Powell tiene a su disposición. Y que nos afecta a todos: Es el dólar estadounidense. La emisión de esta divisa, que es la que se usa en la mayoría de las grandes transacciones a nivel global, se efectúa desde la Reserva Federal. Las necesidades presupuestarias de los Estados Unidos se satisfacen por la emisión de dólares de este banco, que a su vez, afectan a todos los dólares que están esparcidos alrededor del mundo, incluído los dólares que circulan en mi país y los que Venezuela mantiene como reservas internacionales en el Banco Central de Venezuela. La Reserva Federal tiene el poder de crear dinero donde no existía previamente. Si la Reserva Federal compra bonos del tesoro a través de sus actividades de mercado abierto, tiene el poder sobrenatural del mago detrás de la cortina para crear dinero nuevo para pagar por sus títulos del tesoro. Por otro lado, si la Reserva Federal vende títulos, puede tomar el dinero que el comprador paga por esos títulos y simplemente borra ese dinero del balance general del gobierno.
Los dólares que circulan en Venezuela tienen una tasa de cambio respecto al bolívar, que es la moneda de mi país. Para todos es sabido la destrucción en términos de poder adquisitivo del bolívar, lo que originó que termináramos usando de manera espontánea al dólar. Cuando Jerome Powell y la FED deciden imprimir dólares de la nada, inexorablemente, disminuye el poder adquisitivo de los dólares que yo pueda usar en mi país. Por supuesto, es un proceso menos marcado que el bolívar, sin embargo, dada la cantidad de dólares dispersos en el mundo, pudiera decirse que están inflando el suministro global de dólares. Quizá eso explique lo que dice mucha gente en Venezuela, que hay una «inflación en dólares».
Es increíble el poder que Jerome Powell, y cualquiera que lo haya antecedido y cualquiera que lo suceda, tiene al ejercer un cargo en el que ni yo, ni usted, ni nosotros lo hemos elegido…y ésa persona tiene la potestad de degradar el fruto de su trabajo, no importa donde usted se ubique, no importa la moneda Fiat que usted use, porque todas (o casi todas) están ancladas al dólar, nada más que al dólar, desde 1971. En la actualidad se están emitiendo más dólares que nunca antes en la historia, cuestión extraña si nos percatamos que la economía global está casi detenida por la pandemia. El dinero creado «de la nada» no refleja la generación mundial de riqueza, y por Efecto Cantillon, no está llegando a todos.
Resulta entonces, convincente y hasta conveniente el uso y ahorro en Bitcoin. Como Bitcoin no es una empresa, ni una institución financiera, no tiene directivos elegidos a dedo a quienes darles el poder de emitir dinero de la nada. Para que alguien tengo algo cercano a este poder en la red, primero debe aportar poder computacional para asegurar las transacciones y ganarse la recompensa de Bitcoins no sacados de la nada, sino de la comprobación de su Prueba de Trabajo correspondiente. Ello no garantiza que constantemente se obtenga dicha recompensa, pues existen otras personas que van detrás de dicha ganancia, y en su conjunto, protegen el sistema.
Hay una emisión constante de Bitcoins cada diez minutos cuyo protocolo prevé que aproximadamente cada cuatro años dicha emisión se reduzca a la mitad. Como resultado de ello, las monedas ya creadas y en posesión de todos aquellos que usen/ahorren Bitcoins, vean aumentar su poder adquisitivo. No hay que confundir el precio en dólares de Bitcoin con esto, dado que la emisión descontrolada del dólar no es un reflejo fiel del verdadero valor de Bitcoin, de hecho, en la medida en que Powell autorice más emisión de dólares, tendremos precios distorsionados del verdadero valor de las cosas, aún cuando por conveniencia económica y contable debemos tener esa referencia. Me atrevo a afirmar que lo que Bitcoin ofrece como dinero alternativo es muy superior en cualidades a lo que el dólar puede dar. Uso el dólar porque es la menos mala de las monedas fiat, y por la escasa, aunque paulatina, adopción de Bitcoin en Venezuela. Sin embargo, al conocer las cualidades que Bitcoin ofrece: incensurabilidad, pseudoanonimidad, amplia distribución geográfica, escasez absoluta, considero que es la mejor tecnología de ahorro jamás creada. Y el poder de Jerome Powell ejercido con mi almacén de valor se reduce a cero.
Mientras Jerome Powell y el sistema que representa usen de forma desproporcionada ese poder, nos afecta para mal a todos, como cierre quiero dejar este Tweet que resume genialmente los efectos de la erosión del dólar en los Estados Unidos.
Bitcoin arregla esto:
Fiat Money Steals Your Life:
In 1971, at the avg hourly rate of $4, it took 625 hrs of your life to buy the standard Ford F-150 truck.
Today, the avg hourly rate is $26 but now takes 1,154 hours to get a standard F-150. pic.twitter.com/dpCInTLquJ
— Mark Moss (@1MarkMoss) September 4, 2021
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