Backpack, la plataforma que adquirió FTX EU a comienzos de 2025, ha puesto en marcha el proceso de reembolsos para miles de usuarios europeos cuyos fondos quedaron bloqueados tras el colapso del exchange en noviembre de 2022. Se trata de un paso esperado por largo tiempo y que marca el inicio de una reparación parcial para una de las crisis más resonantes en la historia del ecosistema cripto.
El proceso de retiro, disponible desde el 12 de mayo a las 9:00 CET, está dirigido a antiguos clientes de FTX EU, especialmente aquellos de España y el resto de Europa, y se canaliza a través del exchange Backpack EU. Para acceder a los fondos, los usuarios deben completar dos pasos obligatorios: verificación de identidad y solicitud formal del retiro mediante un formulario digital.
Requisitos para solicitar el reembolso
Para poder acceder al reembolso, los usuarios deben:
Abrir una cuenta en Backpack EU.
Verificar su identidad proporcionando documentos válidos.
Cargar un certificado bancario emitido en los últimos tres meses, que incluya nombre completo, dirección física e IBAN. Todos estos datos deben coincidir con los del formulario.
Una vez aprobada la verificación, el usuario puede seleccionar la opción “FTX EU Withdrawal Request” y seguir los pasos para iniciar la transferencia.
Importante: los fondos serán devueltos exclusivamente en euros, ya que por ahora la plataforma no admite retiros en criptomonedas. Sin embargo, Backpack ha confirmado su intención de obtener una licencia MiCA en Europa, que le permitiría ofrecer servicios regulados de compraventa y retiro en criptoactivos en el futuro.
Comisiones y estructura de costos
El proceso de retiro está sujeto a comisiones bancarias, determinadas por los socios financieros de Backpack. La estructura es la siguiente:
€8 para montos entre 0 y €2.000.
€13 para montos entre €2.001 y €50.000.
Para montos superiores a €50.001: €13 + 0,1% del excedente, con un tope de €353.
Estas comisiones se mostrarán con claridad durante el proceso de solicitud. Backpack EU no aplicará comisiones adicionales, lo cual fue destacado como parte de su política de transparencia.
Una historia que comenzó con una debacle global
La quiebra de FTX en noviembre de 2022 fue un terremoto en el mundo cripto. Sam Bankman-Fried, CEO de la que entonces era una de las plataformas de intercambio más grandes del mundo, enfrentó una crisis de liquidez que derivó en la bancarrota. Los efectos se extendieron a todas sus filiales, incluyendo FTX EU, que operaba bajo regulación chipriota y atendía a miles de clientes en Europa.
Desde entonces, los fondos quedaron congelados e inaccesibles, generando incertidumbre y pérdidas millonarias. En países como España, la afectación fue significativa: inversionistas, ahorristas e incluso pequeñas empresas vieron su capital atrapado, sin respuestas claras durante más de dos años.
Regulación, confianza y el caso Backpack
La crisis de FTX impulsó a los reguladores europeos a acelerar los trabajos en torno al reglamento MiCA (Markets in Crypto Assets), una legislación pensada para establecer normas estrictas de transparencia, custodia, reservas y responsabilidad corporativa para las plataformas cripto.
En este contexto, el caso Backpack cobra relevancia: no solo adquiere una plataforma colapsada, sino que asume el compromiso de restituir fondos a usuarios, en un entorno donde la confianza está severamente dañada.
Aunque el proceso de reembolso no incluye aún monedas digitales ni compensaciones por pérdidas, representa un avance institucional que muchos no esperaban, y que puede marcar la pauta para futuras resoluciones de crisis similares.
El camino hacia la restitución de fondos bloqueados ha comenzado. No es inmediato, ni perfecto, pero es real. Backpack ofrece una vía para que los exclientes de FTX EU recuperen lo que creían perdido, siempre y cuando cumplan los requisitos de verificación y tengan paciencia ante la alta demanda.
El impacto del colapso de FTX seguirá resonando por años. Pero con iniciativas como esta, el sector da señales de que puede aprender de sus errores, adaptarse a las exigencias regulatorias y volver a generar confianza.