Ya son once años desde que Bitcoin como tecnología y bitcoin como criptomoneda nacieron para dar vida a un nuevo paradigma en construcción llamado blockchain.
Mucho más que una tecnología, la cadena de bloques que inventó Satoshi Nakamoto dio un giro de 180 grados a la forma de plantearse la economía y el poder desde una visión de la descentralización y distribución de la información convertida en código informático.
Vivimos en la era de la Big Data, en donde nada de lo existe en Internet nos pertenece, comenzando por el dinero. Eso Nakamoto lo entendió muy bien y decidió devolverle ese derecho a la humanidad creando una tecnología y sobre esta dinero digital verdaderamente independiente, creado y gestionado por cualquier persona que decidiera unirse a la red como minero, nodo o usuario.
Once años es poco tiempo para medir el impacto que ha tenido y tendrá la blockchain, ya que estamos todavía en la primera etapa de experimentación donde todo es posible. Todo está por probarse. Aún estamos en el centro del huracán.
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Han surgido muchos proyectos alternativos a Bitcoin con mayor o menor éxito. Así como también muchas son las personas que ayudan al desarrollo de una nueva forma de vida, pensamiento y acción entre especialistas y entusiastas. Algo innegable es que el ecosistema está vivo, palpita, comunica, construye, propone y acciona. Si algo no se le puede negar a Bitcoin, es que ya nuestra vida no es igual ni lo será.
Los que se han dejado seducir por su filosofía de la descentralización y distribución del poder desde el dinero, una de las principales formas de control social que tiene las empresas y los gobiernos, saben que ya nada es igual, ni lo será.
Sin embargo, en esta era de la información y desinformación, mucho se teje en los medios de comunicación y las redes sociales. Mucho se dice e inventa. Mucho se manipula con distintos intereses. Esto más que aportar, ha desviado la atención de la idea original de su creador. Desde mi apreciación, esto ha ocurrido de forma intencional. Cuando un poder percibe amenazado su poder, no puede hacer más que defenderse. Por supuesto, a esto hay que sumar los intereses particulares por parte de algunos para centralizar (controlar) la tecnología y el mercado en beneficio propio o simplemente saciar su avaricia. Por eso dicen que la historia siempre se repite, no de la misma manera, pero si de una similar.
En este contexto Nakamoto nace como una propuesta de un portal web que busca construir contenido de calidad técnica, filosófica y cultural, que brinde información, pero también perspectiva de interés general a la comunidad crypto como un todo, tomando en cuenta tanto a los nuevos usuarios como a los expertos.
La intención final es convertir a Nakamoto en un espacio para crear una comunidad, agregar aspectos propios del entorno cripto, así como eventos de encuentro presencial para discutir tópicos alrededor de este tema.
A pesar de esto, en un primer momento el proyecto está pensado para atender importantes desarrollos para una audiencia con conocimientos técnicos y para servir como espacio de encuentro para constructores e ingenieros del medio cripto.
Nada más con ver quiénes son los autores que contribuyen desde ya a crear el contenido de Nakamoto, tendremos una idea del valor e importancia que tiene este proyecto para todos los que hacemos vida en el medio.
Nakamoto se considera un proyecto pro-Bitcoin a largo plazo, pero abierto a un amplio abanico de visiones. Por lo que su espacio de encuentro es tanto en el portal que le da vida como en su cuenta de Twitter para el intercambio de ideas.
No quisiera dejar de lado un aspecto que me parece fundamental y que evidencia el valor que todo proyecto debe construir, lo cual se puede resumir en una sola palabra: diversidad. Más que competir entre un y otro proyecto, la idea es ver cómo desde aquello que nos diferencia podemos aportar para crear un ecosistema más unido, fuerte y con proyección para lograr esa anhelada adopción masiva. Es por ello que en su sección contribución, Nakamoto expone de forma detallada cómo podemos colaborar para crear contenido y aportar a su propuesta.
Es así como nace un nuevo proyecto que busca sumar a la comunidad cripto, manteniendo el espíritu original de su creador en un espacio de encuentro, diálogo y debate sobre el presente y futuro del ecosistema blockchain como un todo.
Imagen de portada de Nakamoto.
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