Una gran cantidad de problemas del día a día han logrado solucionarse gracias a los avances tecnológicos de los últimos años. Pero, al mismo tiempo, estas soluciones originan nuevas necesidades. La generación masiva de datos sensibles, por ejemplo, impulsa la construcción de soluciones que permitan almacenarlos efectivamente. Para ello, se han creado los sistemas de almacenamiento distribuido, que poco a poco han ido ganando popularidad. 

Características de los sistemas de almacenamiento distribuido

Los sistemas de almacenamiento distribuido emplean la blockchain para crear un sistema de almacenamiento seguro, distribuido y que mantiene la consistencia de los datos. 

Este sistema de almacenamiento de archivos ha sido considerado como un candidato para sustituir la capa de datos de la Web 2.0 actual, pues es útil para ofrecer capas de almacenamiento descentralizadas especialmente valiosas cuando se trata del internet de la próxima generación.

Entre sus características se encuentra la resistencia a la censura, los sistemas siempre en línea y un archivo de contenido versionado potencialmente permanente.

Uno de los más populares es el llamado IPFS o “InterPlanetary File System”. Otros sistemas similares son Swarm, que tiene integración con la blockchain de Ethereum y usa contratos inteligentes, y Filecoin, que usa pruebas de recuperación en la minería.

InterPlanetary File System

El IPFS es un sistema de archivos distribuido para compartir hipermedia. Se generó a partir de sistemas P2P como Git o BitTorrent, pero ha sido pensado para simplificar y evolucionar las técnicas anteriores, combinadas en un solo sistema. 

Su diseño P2P permite almacenar datos en una gran cantidad de ordenadores, sin que haya privilegios en los nodos. Además, su plataforma permite a los usuarios escribir e implementar aplicaciones, al mismo tiempo que puede segregar grandes datos. 

En términos de conexión, es versátil. Se puede comunicar a través de TCP, TOR, μTP y Bluetooth, ya que no utiliza un servidor central para establecer las conexiones. Se trata de un protocolo que podría incluso sustituir al Protocolo de Transferencia de Hipertexto (HTTP), que actualmente ejecuta las transferencias de información en la nube. 

El año 2014 fue cuando IPFS aprovechó el diseño de la cadena de bloques de Bitcoin y su infraestructura de red para lograr el almacenamiento distribuido de datos de forma inmutable, así como para eliminar cualquier archivo duplicado y optimizar la búsqueda de archivos con direcciones de acceso a los nodos de almacenamiento.

En abril del 2020, este sistema de almacenamiento distribuido anunció una nueva actualización, con la que se lograría la carga de datos nuevos unas 25 veces más rápido y la descarga y búsqueda de contenido también se vería optimizada.

El IPFS fue desarrollado inicialmente por Juan Benet, pero actualmente se trata de un proyecto de código abierto. Es compatible con los sistemas FreeBSD, Linux, macOS y Windows, y son muchas las aplicaciones y sitios web creados con este protocolo.

Este Monedero Bitcoin y de otras criptomonedas, por ejemplo, es una de las aplicaciones de IPFS más destacadas en términos de seguridad, pues su diseño novedoso permite a los usuarios mantener total control sobre la llave privada, al tiempo que ofrece un sistema de recuperación nunca antes visto en este tipo de servicios. 

El sistema que utiliza este monedero para varios tipos de criptomonedas permite cifrar la llave privada con una contraseña por medio de SHA-256 y se guarda en tres locaciones distintas por medio de IPFS. La contraseña, a su vez, se encripta con el algoritmo Bcrypt por medio de tres preguntas de seguridad, información que va a tres locaciones distintas también. Solo el usuario tiene acceso a esta información, y es gracias a la integración del IPFS y la tecnología blockchain que esto es posible.

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