En un movimiento estratégico para asegurar el apoyo de la comunidad de criptomonedas, el expresidente y probable candidato republicano Donald Trump se ha autoproclamado «el presidente cripto» si resulta ganador en las elecciones del 5 de noviembre de 2024. Esta declaración se produjo durante una recaudación de fondos en el exclusivo barrio de Pacific Heights, en la casa de los capitalistas de riesgo tecnológicos David Sacks y Chamath Palihapitiya.
El evento atrajo a una variedad de invitados prominentes, incluidos ejecutivos del intercambio de criptomonedas Coinbase, los gemelos Winklevoss y otros líderes en el campo de las criptomonedas. El mensaje de Trump parece haber resonado con figuras influyentes de la industria tecnológica, quienes buscan cada vez más influir en los responsables de las políticas en Estados Unidos ante el aumento del escrutinio regulatorio en el sector Web3.
Durante el evento, el dos veces impugnado y cuatro veces acusado candidato recaudó 12 millones de dólares para su campaña. Trump enfatizó la importancia de Bitcoin (BTC) y otras criptomonedas, aunque no ofreció detalles específicos sobre su política cripto. La única promesa concreta que hizo fue bloquear cualquier regulación sobre la industria cripto promovida por la administración Biden.
Es importante destacar que la administración de Biden no es completamente anti-cripto. En 2022, firmó una orden ejecutiva para promover el desarrollo responsable de los activos digitales. Esta directiva impulsó a agencias reguladoras como la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) a proporcionar orientación y establecer reglas para abordar los riesgos dentro del ecosistema de criptomonedas.
La administración de Biden también expresó su intención de colaborar con el Congreso para elaborar un marco regulatorio para las criptomonedas. Según informes, la portavoz de la Casa Blanca, Robyn Patterson, insiste en que la administración Biden está comprometida con el fomento de la innovación en activos digitales mientras protege a los consumidores de los riesgos potenciales asociados con las tecnologías emergentes.
A pesar de que San Francisco es conocida por su política liberal, los capitalistas de riesgo locales e inversores en criptomonedas, que son votantes de un solo tema, están comenzando a apoyar a Trump, citando preocupaciones sobre una regulación excesiva como una razón clave para su respaldo. Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada inmediatamente después de la condena penal de Trump el 31 de mayo mostró que uno de cada diez republicanos es menos propenso a votar por él tras el veredicto de culpabilidad.
Sería factible decir que el intento de Trump de posicionarse como el defensor de la criptomoneda en su campaña para 2024 refleja un esfuerzo por atraer a un sector influyente y en crecimiento de la economía digital, que busca tanto la innovación como la claridad regulatoria en el panorama financiero emergente.
